Ha tomado más de 4,000 millones de años llegar a donde estamos. Por ejemplo, la vegetación marina y luego la terrestre contribuyeron a crear una atmósfera con oxígeno mientras descomponían el CO2, enfriando el planeta y llegando a un punto de equilibrio de gases y temperaturas que nos dieron un clima benigno.
Sabemos que no contamos con un planeta de repuesto. Ahora que entendemos cómo lo estamos afectando, nos corresponde no descarrilar este equilibrio, y cuidar de este planeta tan especial y tal vez único, que sostiene la vida acuática y terrestre, nuestra especie y nuestras civilizaciones.